El mito es un molde de las experiencias de la vida que han ido cambiando en forma pero no en contenido (el enamoramiento o la traición eran lo mismo en “Las Metamorfosis” que hoy en día), de hecho el mito nos cuenta la 1ª vez que algo se ha manifestado en el mundo y nos habla del tiempo de los orígenes que no es pasado, si no eterno presente.
Hillman sobre esto nos dice que cada uno representa un mito en la escena de la vida y se rescata cuando lo reconoce: remontando a la 1ª vez en la que una experiencia se ha producido existe la posibilidad de cambiar la experiencia misma o el comportamiento.
🎑 El mito es poesía y posibilita este cambio porque usa la metáfora para liberarnos de la objetividad de las cosas, proporcionándonos herramientas que contrarrestan nuestra tendencia a literalizar y personalizar todo lo que nos pasa; poesía, metáfora e imaginación nos ayudan a placar la mente y a dejar aflorar el pensamiento del corazón abriendo nuevas posibilidades de comportamientos ante la misma situación.
Nos centraremos en los mitos griegos sabiendo que cada civilización acude a su propia tradición mitológica y es receptiva a sus valores y símbolos.
¡OJO! ⚠️
Si nos acercáramos al mito con una actitud racional y moralista, ¡no pasaríamos de la primera página de “Las Metamorfosis”!
Por un lado, hay que evitar conexiones racionales para dejar espacio a las emociones que el mito despierta, sin esforzarse en detectar nuestro personaje mitológico ya que lo más probable es que nos reconozcamos un poquito en cada historia.
Por otro lado, el mito no es una moraleja sino una expresión estética y poética que da vida a una realidad y llega a cada receptor de manera diferente; éste sabrá captar exactamente lo que necesita del cuento en el momento preciso de la escucha o lectura.
El mito nos hace vivir emociones, no nos da enseñanzas moralistas.
🤙 De hecho, conviene embarcarse en las aventuras mitológicas con una buena dosis de rebelión hacia los valores establecidos. Una actitud rebelde que da la vuelta a las convicciones de nuestra cultura a través del mito ya es, en sí, una forma de amor.