Nace el divino Hermes que, nada más salir, inventa la lira, roba el ganado de su hermano Apolo, castiga al viejo chivato Bato transformándolo en piedra y se enamora de Herse, hija del primer rey de Atenas.

La diosa Atenea se interpone entre Hermes y Herse por resentimiento hacia la princesa y sus hermanas desobedientes: un día Hefesto trató de poseer a Atenea, pero acabó eyaculando en su pierna; la diosa, asqueada, se limpió con un paño y el semen divino fecundó a la Tierra dando a luz a Erictonio, deforme como su padre.

Atenea entregó el bebé en una cesta a las hermanas ordenando no mirar, pero las chicas espiaron. Por eso, Atenea se venga y se opone a la unión de Herse y Hermes, pidiendo a la diosa Envidia de infectar Áglauro: las hermanas pelean por celos y acaban mudadas en piedras.

Ovidio concluye el Libro II con el rapto de Europa: Zeus se transforma en toro blanco para enternecer a Europa que empieza a acariciarle hasta montarse en su lomo con confianza, Zeus aprovecha para llevársela mar adentro hasta Creta donde se unen y procrean.

Ovidio en pocas líneas nos habla de la diosa, que puede permitirse rechazar al dios, y de la mortal irremediablemente raptada por el dios, esto casi siempre es así en el mito donde los humanos no pueden resistirse a lo divino, se enamoran o son tomados a la fuerza por los dioses.

En el mito, aunque haya violencia, normalmente la unión se convierte en amorosa y genera hijos, es decir frutos que demuestran la superabilidad del límite humano-divino.

Lo tienen claro los chamanes de toda tradición con la celebración del matrimonio místico con su esposo/a invisible, representación de lo divino y revelador de poderes chamánicos.

Los no-chamanes tenemos dos vías y residen en nuestra energía nerviosa a carácter sexual 🐍: hacer el amor como dioses 😏 en un estado alterado de conciencia, transformando cada orgasmo en una experiencia de muerte y renacimiento; o bien dejarse raptar por una creatividad divina, entregándose al éxtasis del momento sin lógica y con confianza, lo que hoy llamaríamos “flow”. 💧

🎨 @jordipalome